Por The Killer Film, el crítico enmascarado.
A saber cómo fue que sobreviví a aquel séptimo Zinema Zombie Fest, pero aquí estamos firmes como la mano del muerto que irrumpe en la superficie de la tierra en el cementerio, reaparecemos en un tiempo sin tiempo, y casi sin lugar, una especie de hoyo negro que se abrió la noche del 13 de noviembre de 2015 cuando llegó a su fin la edición de ese año con el concierto de Eyaculación Post Mortem, en un escenario bastante ad -hoc, post apocaliptico, como sacado de los primeros filmes de Alex de la Iglesia, la Bodega Industrial Calima en Bogotá que albergó una clausura explosiva en la que se proyectaron escenas de Megamuerte (España, 2014) la película de Tema Llorente o Jota Nájera integrante del grupo y progamada en la parrilla de programación, luego vino el alto voltaje por parte de los catalanes -excelentes ejecutantes musicales e histriónicas momias que entremezclan la egipciología con la estética de la SEMEFO- en el que no faltó el slam, estrepitosos resbalones entre el público y hasta un Pablo Marín, co-director del festival, quemando un billete colombiano ante la multitud eufórica, cenit del aquelarre. Momentos antes había sucedido una extraña regresión con este personaje que por unos minutos transmutó en alguien que recién se había regresado a México, El Muertho de Tijuana, invitado super especial del festival ese año y con el que vivimos momentos verdaderamente alucinantes ¡bueno, ya ni siquiera era necesario tenerlo de cuerpo presente como sucedió en ese momento! días antes Pablo decía que El Muertho era él mismo regresando del futuro, para advertirse sobre las consecuencias de los excesos, en un parpadeo durante el cotorreo Pablo adoptó por un instante la apariencia de viuda negra en procesión que a veces lleva encima el de la Baja California.
El Muertho de Tijuana en Bogotá.
Bueno aunque el Muertho es oriundo de Delicias, Chihuahua, porque ahí nació Jesús Hernández; de su aburrida vida en ese poblado de climas extremos al lado de sus lascivos padres, o solitario con su también lascivo perro, o más bien ¡de él y su temprana lascividad!, de su paso por el futbol y de su casi llegada al profesionalismo con los Tigres en Monterrey, de eso, de su llegada a Tijuas y su casi inmedita adscripción con los cristianos, de su acercamiento a la música a través de la iglesia y de mil cosas más que a veces encontramos algo filosóficas, pudimos hablar con el Muertho al acompañarlo en el que fue su primer, y al parecer hasta el momento, único concierto fuera de México, en el Asilo Bar en Bogotá para la fiesta de apertura del séptimo ZZF, el 6 de noviembre, después de la proyección inaugual en el legendario y siempre bien conservado cine porno-kitch, el Teatro Esmeralda Pussy Cats, se ofreció la película húngara de fantasía y romance Liza, the fox fairy (Károly Ujj Mészáros, 2015). Acompañar al Muertho fue alucinante, en los aeropuertos tanto de México como de Colombia iba con su estrafalaria imagen, nunca sin maquillaje, todos por supuesto lo veían estupefactos, el personal aduanal y aéreo, autoridades, usuarios, al mismo tiempo todos hacían como que era de lo más normal, El Muertho me permitió ver su pasaporte aunque con los dedos tapó la foto, ahí vi que se llama Jesús y no Baltazhar como dicen por ahí. Lo recordamos también muy juicioso, a la bogotana, siempre muy temprano en la cafetería del Hotel La Sabana, con su maquillaje, rebozo y tomando su té de cola de caballo, sin el cual nos comentó, no sale de casa, es su alimento.
Porno Argento, zona roja y el nuevo extremismo mexicano, el laboratorio del Dr. Zinema Zombie.
Pero la noche de su concierto en Asilo Bar no hubo intermedio, después de eso y tal vez luego de un caldo enfrente, en los parados, siguió la fiesta de apertura en el departamento de unos amigos como hasta pasadas las once de la mañana del sábado, hora en que teníamos que partir hacia el celebroso Barrio Santa Fe, al Bar Punto de Oro ya que el periodista argentino Hernán Panessi presentaba ahi su libro, Porno Argento, Historia del Cine Nacional Triple X (Cuarto Menguante Ediciones, Buenos Aires, 2015), corrieron las clubs colombia y que épicas acciones recordamos de aquel sacrosanto lugar, llegó el Muertho con su sujetador recién adquirido en esta ciudad, tanga, botas, gabardina, pearcings y ya, los guardias del lugar pero sobre todo las chicas al rededores lo miraron como a una posible invasora, no es la zona para los travestis… todo se aclaró cuando se supo que todos veníamos por parte de un festival de cine, y que además Muertho no andaba chambeando, así que con las frías en la mano nos dispusimos a escuchar los comentarios de Panessi quien por algunos minutos se dejó escuchar por la peña con el mismo micro que se anunciaba a las chicas del lugar, ¡además en el sitio se rifaron junto con privados y pomos, algunos ejemplares de Porno Argento!
En la Cinemateca Distrital a las siete de la noche y después de intentar repararnos con un buen sancocho de La Normanda acudimos a la presentación de la versión largometraje de Atroz (México, 2015), curiosamenta años atrás en este mismo recinto vimos la versión cortometraje de este trabajo, esta vez además su realizador Lex Ortega y la productora Abigail Bonilla estaban presentes, con voz de viejecilla ya bien madreado y eso que apenas iba un día de festival, hice la moderación de los comentarios de un público que se vió sorprendido por un filme que se anuncia ya como un clásico del gore latinoamericano, esa vez los presentes tuvieron la oportunidad de intercambiar y preguntar a los realizadores para quienes era importante según expresaron, presentar este trabajo en el ZZF, ya que fue ahi como decimos, uno de los espacios en dónde Atroz se presentó primero como corto, en la quinta edición en 2013, pero además en la sexta, en 2014 fue el maestro Ruggero Deadoato quien los conminó a realizar a partir de ese trabajo un largometraje que se estrena en salas de cine en México ¡hasta este próximo 28 de octubre de 2018!, nos damos de santos que esto ocurra, no es tarde, en una ola reciente en que las salas de cine mexicanas, por angas o largas del mercado, últimamente estén dándo más espacio en la cartelara a las realizaciones del país, inclusive con re lanzamientos de temporada, ¡enhora buena para Lex, Abigail y el cine mexicano independiente! que con Atroz se ha roto – que no abierto- las puertas en el cine nacional, con su propuesta visual extrema, cruda, sin cortapisas y que se sitúa a estas alturas de nuestra crudísima realidad, a la representación hiperreal-brutaista como una especie de frontera, deumbral de lo visible, Atroz nos ofrece una libre y brutal propuesta en este umbral, como público del cine nos lleva a extremos en la ficción, el suspenso, lo horrorífico y en este caso de lo gore o extreme cinema, una obra que algunos hermanan con otras expresiones cinematográficas como el nuevo extremismo francés, término acuñado por James Quandt de la revista Artforum, en el que se refiere a una serie de películas de esa nacionalidad, de carácter transgresor producidas a inicios del Siglo XXI. Quandt describe este estilo de la siguiente manera:
Tanto Bava como Bataille, y sin ser Salò menos que Sade, parecen [estos autores] las influencias clave de un cine que repentinamente está decidido a romper cada tabú; a vadear ríos de vísceras y espumas de esperma, a llenar cada fotograma con desnudez, atractiva o arrugada, y someterla a toda forma de penetración, mutilación y corrupción..
James Quandt, Artforum
Con esta película no son pocos los estómagos y conscienias que se estremecen, el extremismo mexicano tiene en Lex Ortega a su enfant terrible como ya lo habíamos mencionado hace tiempo, y volteando a ver nuestra realidad ya extrema y vuelta a delimitar con frecuencia con tenebrosos hallazgos pensamos que es en la pantalla y en este tipo de propuestas en dónde deseamos se volque lo más violento de la vida, en forma de una representación que para algunos puede ser divertida, para otros llena de adrenalina, para otros simplemente cosa del cine, que la energía que emana la visión de este tipo de imágenes sirva a los despertares que irrumpen a través de las pupilas de los públicos ávidos de sensaciones emanadas del cine, ya sean audiencias en formación, de amplísimos críterios o de críterios en ampliación. Claro que esa noche en que el Muertho estuvo presente y ondeó orgulloso la bandera de Colombia que suele estar en la Cinemateca, poco pudimos decir sobre todo esto, andabamos bien garraspeados por la bienvenida ¡y aún faltaba esa misma noche el Karaoke Último Romántico!, en dónde será difícil que alguien nos arrebate alguna vez a Panessi y a mí el premio a la peor interpretación, nos echamos Azul de Christian Castro, Lex y Abigail se echaron una de Timbiriche. Ya que tocamos el punto del estreno de Atroz en Cinépolis esta temporada de celebración de muertos vaya un gran reconocimiento a este festival colombiano que con su labor y pro-acción impulsa también ¡al cine mexicano!, no habría mejor prueba de ello que todo lo sucedido con esta película y el cine de Lex Ortega en distintas ediciones del festival (¿qué tal cuando vimos Contranatura?). Más tardecito en el Cine Tonalá otros franceses hacían de las suyas: como función de media noche se ofreció en la programación del festival In Search of Ultra-Sex (Francia, 2015) de Nicolas Charlet y Bruno Lavaine.
Lucha Libre, libro, máscaras y periferias…
Ya el dominguito 8 pudimos todos curarnos el guayabo con su respectivo ajiaco y picando menudencias en el Mercado La Perseverancia del barrio La Macarena, por supuesto nuestro amigo El Muertho nos acompañó y la gente le reconocía por las calles, ¡todo un rockstar..!, y vámonos todos pal Barrio Policarpa en dónde nos esperaban dos amigos venidos del pancracio mexicano y que se presentarían como parte de las actividades paralelas del ZZF en ¡un evento de lucha libre profesional colombiana!, anunciada en el Centro Cultural Barrio Policarpa, se trataba del Campeón del Sureste, el luchador Vértigo y el réferi especial Orlando el Furioso, que ha recorrido la legua en el mundo refereando y esa ocasión tocó Colombia… el Muertho nos confesó también que a él nole gusta la lucha libre ni ningún acto de apologia a la violencia, según sus propias palabras, lo respetamos pero pudimos observar que esa tarde como todos los presentes la pasó muy bien… tal vez hemos visto poca lucha libre colombiana pero esa función fue simplemente sensacional, electrizante, nos pareció dura, como marca el estilo colombiano, polémica y con presencia de diferentes de estilos, desde la lucha de campeonato clásica al estilo extremo. Como decíamos esa función fue internacional y además de los mexicanos se presentaron los impactantes mastodontes panameños El Demoledor y Luzbell. Vaya que calentaron a la gente todos los participantes, por ahi un tragafuegos dotaba de una iluminación bastante peculiar al lugar y daba un toque especial a este espectáculo, un tanto Mad Max colombiano, por cierto ZZF también colocó al DJ Sergio Iglesias en esta función de Equipos Lucha Libre (ELL). Aunque recordamos bastante intensa la lucha de relevos Colombia vs Panama entre los mencionados panameños contra Terry Golden y Emeritus, la lucha que más emocionó al público por rondar la posibilidad de que un luchador colombiano se coronase esa tarde fue en la que se disputaron el Campeonato de Peso Completo del Consejo de Lucha Libre de Chiapas entre el campeón, el mexicano Vértigo contra el retador Kuba Hendrix de Colombia. El réferi del encuentro designado para ese encuentro era el colombiano El Alacrán, sin embargo Vértigo tornándose rudo y ante el favorito, el local Kuba Hendrix un técnico querido por el público, anunció que él traía desde México un referi capaz y profesional digno de una lucha de este calibre, Orlando el Furioso, agregó que en Colombia ni luchadores, ni réferi, ni público contaban con el nivel que en México y que no confiaba en el nivel de profesionalismo en ese lugar lo que enardeció a los presentes, que se opusieron, y aún así El Furioso se quedó aunque lo bajaron, rondando el ring e interviniendo en favor de su paisano, el Centro Cultural Barrio Policarpa parecía una olla express que estalló cuando el réferi mexicano jaló al Alacrán para impedir la cuenta de tres en favor del colombiano. No obstate las intervenciones, Vértigo mostró capacidad y recursos técnicos durante toda la batalla, después de la tormenta vino la calma y pese a que Vértigo retuvo el cinturón el público salió satisfecho por el espectáculo, agradecido por las emociones vivídas, con sonrisas y abrazos; las antes enardecidas señoras agradecían a los mexicanos a quienes antes reclamaban desaforadas; por cierto que Panessi tuvo un heroíco enlace ese domingo para su programa radiofónico FAN, desde una parte del edificio que estaba en remodelación o algo así, fue una transmitión mítica en dónde los porrazos y el el ruido del monstruo de mil cabezas sirvió como sonido ambiente a la radiotransmisión.
Como en casi cada una de sus ediciones ZZF dió cabida al cine de lucha libre, y tocó esa vez presentar mi libro Terror del Rudo (Samsara-Macabro, México, 2015) en el Centro Cultural Gabriel García Marquez de la editorial y distribuidora del estado mexicano, el FCE, ahí fui acompañado por Pablo Marín Ángel con comentarios y preguntas al rededor de este proyecto editorial que hace un recuento y clasificación de algunos de los mostros más míticos del cine de horror mexicano, y de la lucha libre, mujeres vampiro, frankesteins, licántropos, recabrones como el Chiquilín Zepeda o Nathanael León Frankenstein, sensuales brujas interpretadas por actrices como Grace Renat o Lorena Velázquez, botargas que se volvieron legendarias para el cine de culto como Uk, Tagual, Tor, Zoc y Utirr de La Nave de los Monstruos (Rogelio A. González, México, 1960) que revivieron algunos de ellos en el cine de luchadores, de esas y otras mostrosidades va Terror del Rudo. Ya que nombramos a esos personajes, mencionaré que en los interesantes encuentros que brindó el festival, charlando con Jota Nájera, me decía sobre la inspiración que le causó ver una noche de su adolescencia La Nave de los Monstruos, una experiencia que recuerda delirante y enferma ya que tenía fiebre, sólo hay que ver a los bizarros monstruos de Megamuerte para notar tales influencias Dijímos sinceramente a Jota que nos había gustado mucho su cine, gracias por llamarlo cine, nos contestó… ¡ahwww!.
En el rubro del cuadrilátero en la pantalla se ofrecio un redux de la restrospectiva Terror del Rudo con cinco filmes clásicos del cine de luchadores, se programó en los cortos seleccionados en competencia El Gigante de Gigi Saúl Guerrero (Canadá, 2014) y en interacción con el Cineclub La Morada en el Nicho Cultural La Aldea ubicado en La Candearia se proyectó el documental Arena Azteca Budokan (Orlando Jiménez, México, 2014): pero en el rubro de la máscara tal vez lo más emocionante fue haber ido al Barrio Bella Flor, en lo más alto de Ciudad Bolivar a las afueras de Bogotá para que en las instalaciones de la Fundación Laudes Infantis otorgaramos el taller Descubra su máscara a niños de la comunidad, acá puede ver usted un video testimonial de aquel encuentro:
Lo que más me gustó, pude ver y… revivirán…
Aquella edición se intituló El Amor duele, hubo clásicos como Mystics in Bali (Thut Djail, Indonesi, 1981), Della Morte Dellamore de Michael Soavi (Italia-Francia-Alemania, 1994) y en esa tesitura se proyectó también El Día de la Bestia (Alex de la Iglesia, España, 1995); otras piezas a destacar fueron las nortemaericanas Aztec Blood (EUA, 2014) de Charles Pinion que explora los parámetros del subgénero fílmico de la momia en su variante prehispánica y no egipcia como según el propio Pinion considera, se ha explotdo y explorado más, e Insectula! (EUA, 2015) de Michael Peterson una aventura de efectos especiales, diseño sonoro y colores muy vívidos, además de ser una innovadora y tal vez la más contemporánea versión del vampiro basado en Bram Stocker; de las que entonces eran nuevas expresiones latinoamericanas, las más interesantes que se nos atravesaron fueron aparte de la mencionada Atroz, Jorge y Alberto contras los Demonios Neoliberales (Hermanos Quintana, Argentina-Brasil, 2015), El Incidente (Issac Ezban, México, 2014), el documental sobre la obra perdida de Carlos Enrique Toboada, Jirón (Christian Cueva, México, 2014), Luna de Miel (Diego Cohen, 2015); en específico sobre el cine de horror colombiano o suspense contemporáneo fue buena cita para encontrar películas de probado éxito como El Páramo (Jaime Osorio, 2011) y El Resquicio (Alfonso Acosta, 2012).
Una de las sesiones más divertidas fue la del miércoles 11 por la noche con un programa de cortos en el Cine Tonalá Bogotá, en la que se incluyó la delirante pieza The Chikening (EUA, 2015) de Nick DenBoer y Dave Foss, rampleo de El Resplandor (Stanley Kubrick, EUA-UK, 1980) también selección oficial en Sundance 2016 y la cual les dejamos aquí para su insano entretenimiento…
Y el Zinema Zombie Fest siguió en 2016, no me fue posible estar pero su lema fue ¡Viva la Muerte! y se les hizo realidad, murieron para el 2017… pero se ve venir su regreso durante este 2018, una señal es esa manita de muerto que ya se ve saliendo desde el fondo de la tierra con un letrero que anuncia a los Messer Chups en directo para el 10 de noviembre de este 2018… ¡ZZF no estaban muertos andaban de parche!